El último lote de cerveza que elaboré, pretendía hacer algo diferente a lo que había hecho hasta ahora y resultó terminar en tragedia. La intención era elaborar una cerveza stout con toques a chocolate y vainilla. A continuación está una captura del BeerSmith con los ingredientes que utilicé en esta receta:

Para conseguir estos sabores, durante la fermentación primaria de la cerveza puse a macerar en un matraz virutas de cacao puro y par de vainas de vainilla en vodka. Esta maceración la tuve durante alrededor de una semana.

Luego a modo de dryhopping añadí el vodka al mosto para la fermentación secundaria y adicionalmente puse el cacao y la vainilla “esterilizados en vodka durante 1 semana” dentro del fermentador. Lo pongo entre comillas, porque al final de la fermentación secundaria al abrir el fermentador me encontré con lo siguiente:

Visualmente el aspecto no parecía bueno, pero de sabor no estaba mala, así que me arriesgué a embotellar la mitad del lote a ver que pasaba. Después de unas 4 semanas de maduración me dispuse a probarla y lo que obtuve fue un magnífico geiser 🙁

Viendo un poco al microscopio lo que ocurrió, tintando una muestra de la espuma del fermentador se pudo ver lo siguiente:

Teóricamente la levadura de cerveza tiene una forma esférica y en la imagen se pueden observar muchas células alargadas, probablemente se trate de levadura salvaje procedente de las virutas de cacao o simplemente una contaminación por lactobacilus que tiene también una forma alargada como las que se ven en la imagen. Sea como sea, este lote se va por el fregadero 🙁

De cara a futuro supongo que la idea del “dryhopping” con el cacao no es una buena idea, a lo mejor simplemente con añadir el vodka macerado con el cacao y la vainilla le hubiese añadido los toques de sabor que buscaba sin tanto riesgo.